En el camino para convertirnos en relatores del patrimonio es conveniente mantenernos abiertos al aprendizaje continuo y al trabajo en equipo; según indican Driscoll y Vergara (1997) para que exista un verdadero aprendizaje colaborativo, no sólo se requiere trabajar juntos, sino cooperar en el logro de una meta que no se puede lograr individualmente. Propiamente en el ámbito de la interpretación, nuestro rol principal ha de ser motivadores de una audiencia sedienta de aprender; no instructores rígidos dentro de una jerarquía inamovible. Pues como señalan Cenich y Santos (2005) la naturaleza de conocer y el proceso de construcción del conocimiento, se originan en la interacción social de las personas que comparten, comparan y discuten ideas.
Bajo esta premisa es muy importante en el proceso de hechizar a nuevos intérpretes, indagar los recursos del sitio patrimonial, las necesidades de los habitantes del área a interpretar y por supuesto las características individuales de nuestra audiencia inmediata que son nuestros co-aprendices. Lo anterior nos lleva a no perder nuestro don de comunicadores al ubicarnos en la condición de educadores, pues el éxito como formadores será que nuestros colegas logren pasar de ser cautivos a ser cautivados por el proceso de formación. Y es que según estudios realizados por Millis (1996) se ha encontrado que los estudiantes aprenden más cuando utilizan el aprendizaje colaborativo, recuerdan por más tiempo el contenido, desarrollan habilidades de razonamiento superior y de pensamiento crítico, se sienten más confiados y aceptados por ellos mismos y por los demás; siendo así mejores trasmisores del legado patrimonial
a futuro.

Técnica de aprendizaje por indagación en contacto directo con recursos de patrimonio natural (Dota, San José, Costa Rica- 2023).
Desde mi rol de intérprete, me ubico como aprendiz de grandes magos y hechiceras, por lo que me internaré en la relación del legado de Freeman Tilden, con los siguientes seis trucos y cómo conjurarlos para que se dé la magia de la didáctica en la Interpretación del Patrimonio. El primero de ellos indica que “debe haber una relación entre lo que se muestra a la audiencia, su experiencia previa y sus rasgos de personalidad." Según Frijot Capra (1998), un mago de la ecoalfabetización, “el modo apropiado de acercarse a la naturaleza para aprender de su complejidad y belleza no es a través de la dominación y control, sino mediante el respeto, la cooperación y el diálogo." Siendo nosotros un elemento más del ecosistema, podemos emplear con nuestra especie este modelo armonioso de acercamiento; por lo tanto, cuando nos encontramos frente a un grupo de personas que se unen a una capacitación y que, a su vez, cuentan con raíces heterogéneas en su bagaje de vivencias, será muy adecuado indagar en qué fue aquello que les despertó su amor por el recurso patrimonial y su inquietud por aprender a compartir mensajes sobre los misterios que este encierra.
Podríamos entonces partir de herramientas lúdico-didácticas para el descubrimiento de las motivaciones de nuestra
audiencia; a su vez indagar sobre las fortalezas y debilidades individuales que nos caracterizan e invitar a nuestro público en capacitación a hacerlo, nos permitirá reconocer un perfil más acorde al tipo de intérprete que serán en el ejercicio de la práctica. Por su parte el aprendizaje activo propone que los estudiantes asimilan mejor la materia cuando se involucran y participan en actividades que los dirigen a reflexionar y poner en práctica los conceptos teóricos (Collins y O’Brien, 2011). Esto nos conduce al segundo truco y es “que la información en sí misma no es interpretación, esta es la revelación basada en información”. Por lo tanto por respeto a estas personas que abrieron sus sentidos a despertar emociones basadas en una conexión cognitiva las debemos hacer partícipes de todo el proceso creativo, sin pasar por alto los ingredientes mágicos del conjuro, para lo que nos corresponde ser enfáticos en que toda manifestación interpretativa requiere apoyarse en la veracidad de la información que se transmite y la cual debe ser compartida a sus respectivos públicos como una historia amena y relevante, un hecho que evoque una intencionalidad de cambio comportamental por incorporar en sus entornos al volver del encuentro interpretativo.

Práctica de campo del curso de Interpretación Ambiental Universidad de Costa Rica. (Puerto Viejo, Limón, Costa Rica, - 2022).
En este proceso de develación de significados es preciso que incorporemos tanto en nuestras sesiones de capacitación, como en las actividades evaluativas el componente sensorial a fin de promover en nuestros aprendices el uso del tercer conjuro “la interpretación es un arte, que combina muchas otras artes y cualquier arte se puede enseñar en cierta forma”. No debemos olvidar que nuestros aprendices se están capacitando para una recepción amena de visitantes, pues la razón principal de las personas que visitan sitios patrimoniales es la recreación y antes de que los visitantes decidan comprometerse con una actividad de aprendizaje, su principal deseo es pasar un momento ameno (Veverka, 1994), de ahí que los artilugios tecnológicos y artísticos podrían ser un buen ingrediente en la mezcla de la creación interpretativa. Y es que como lo indica Andrés Raviolo (2006) “Las personas no captamos el mundo directamente, sino construimos representaciones mentales o cognitivas del mismo”. Por tanto, si queremos cruzar ese puente de conexión entre lo cognitivo y lo emocional, será por medio del transporte a través de los sentidos que podamos generar una vinculación exitosa en el arte de interpretar los recursos con legado patrimonial.
A pesar del imaginario social que indica una jerarquía entre los instructores y sus estudiantes, es conveniente conformar un equipo de trabajo homogéneo que permita un ambiente seguro a nuestros co-aprendices y aquí haré referencia a nuestro cuarto
truco de la didáctica de la interpretación y es que “El objetivo principal de la Interpretación no es la instrucción, sino la provocación”. Siento entonces que, en este mágico proceso de formación el rol del educador no debe ser el de mantenerse en la cumbre de la jerarquía en el aula, sino el de un humilde facilitador acercando a los estudiantes a recursos referenciales, ejemplos afines a su futuro laboral y enlazándolos con profesionales en otras latitudes y otras áreas del conocimiento a modo de que cada cual según sus habilidades de aprendizaje y tipo de inteligencia, oriente su poder de aprendizaje al máximo de su potencial. Si bien es cierto que dependiendo de las aptitudes que deseen cultivarse en los aprendices se tiende a enfocar más el proceso de aprendizaje a los elementos que la persona facilitadora considere las mejores herramientas para la transmisión de mensajes interpretativos, no existe un recetario de mezclas exactas para el éxito pues como individuos integrales nos debemos a un todo, aquí haré mención al quinto truco y es que “La interpretación debe estar dirigida al humano en su conjunto”. Lo anterior nos hace un llamado a pensar de manera primaria en las necesidades de nuestra audiencia inmediata y retomar el punto del inicio sobre qué los motivó a capacitarse como intérpretes del patrimonio, sus vivencias, anécdotas y motivaciones serán el combustible que mantenga en marcha su habilidad autodidacta luego de terminar la certificación.

Recorrido guiado a cargo de estudiantes de la Licenciatura en Interpretación Ambiental Universidad de Costa Rica. (Jardín Botánico José María Orozco, San José, Costa Rica- 2022).
Para concluir con estas breves lecciones de magia, nos queda un último truco por develar, este es el de la inclusión y equidad, base primordial de sociedades y humanos que desean vivir en armonía. En este se enfatiza que “la interpretación a distintas audiencias no debe ser una dilución del mensaje”, siendo así que nuestra apreciación del recurso patrimonial deberá (y esto requerirá de todo nuestro potencial creativo) encajar en las visiones de mundo particulares por medio de los elementos universales, tangibles e intangibles; desde la raíz en la formación de formadores intérpretes, hasta la ejecución en interpretación participante o elaboración de medios no participantes y claro, como esto es un tema complejo nos tomará ser aprendices por siempre y hechiceros en entrenamiento continuo…
Para saber más
Capra, F. (1998). La trama de la vida Una nueva perspectiva de los sistemas vivos. Editorial Anagrama, Barcelona. Pp. 359. Cenich, G. y Santos, G. (2005). Propuesta de aprendizaje basado en proyecto y trabajo colaborativo: experiencia de un curso en línea. Red Revista Electrónica de Investigación Educativa, 7 (2), 5. Collins, J. y O'Brien, N. (2 ed.) (2011). The Greenwood Dictionary of Education. Westport, EUA: Greenwood. Driscoll, M. P. y Vergara, A. (1997). Nuevas tecnologías y su impacto en la educación del futuro. Pensamiento educativo, 21, 91. Millis, B. (05 de 1996). Materials presented at The University of Tennessee at Chattanooga Instructional Excellence Retreat. Recuperado el 16 de 11 de 2013, de http://www.utc.edu/walker-center-teaching-learning/teaching-resources/ cooperative-learning.php Raviolo, A. (2006). Las imágenes en el aprendizaje y en la enseñanza del equilibrio químico. Educación Química 17(4e):300-307. DOI: 10.22201/fq.18708404e.2006.4e.66018 Veverka, J. A. (1994). Interpretive Master Planning: For Parks, Historic Sites, Forests, Zoos, & Related Tourism Sites & Self-Guided Interpretive Services, Exhibits, Guided Programs/Tours. Falcon Press Publishing Co., Inc.